Playa de la Escollera
Esta es la joya de la corona. La última playa en llegar a Altea, que viene a sustituir al charco con patos que había durante muchos años dentro de una escollera artificial que se construyó para proteger a las viviendas y el paseo en pleno casco urbano.
Aquí antes, hace muchos años, había una playa delante de las casas de los pescadores. Hay cuadros de pintores que se instalaron en Altea en la época más bohemia, como Schlotter, donde se ven barcas, redes de pesca y pulpos secando al sol.
Esa imagen se perdió cuando el río dejó de aportar canto rodado después de la construcción del pantano de Guadalest. Poco a poco la playa fue desapareciendo, pero el año 2016, después de años de negociaciones, se consiguió inaugurar la playa nueva y recién restaurada.
Las obras realizadas en la fachada costera de Altea han permitido retirar el antiguo dique conocido como “El Charco” y sus escolleras para recuperar una playa artificial de cantos rodados que realiza funciones de protección costera, creando un nuevo espacio de ocio en pleno casco urbano de Altea, potenciando de este modo el sector turístico del municipio.
Esta sí que es céntrica y tiene restaurantes cerca. Lo tiene todo cerca porque es el centro del pueblo.