Las calas de Benissa
Esta vez la propuesta es un paseo fuera de Altea. Llegando en coche a Calpe, al final de la playa de la Fossa, se puede aparcar y emprender el paseo a pie por un sendero de tierra que llega hasta la última de las calas de Benissa.
Desde la Caleta se llega al puerto y la cala de Bassetes donde hay un bar muy simpático, aunque es pronto para hacer una parada. Aquí es donde el litoral de Benissa linda con el litoral de Calpe. Una pequeña bahía donde el agua suele estar muy tranquila y donde se puede disfrutar al máximo del mar. En el club Náutico Les Basetes hay lugar para muy pocas embarcaciones y tiene una escuela de vela, centro de buceo y opciones para practicar submarinismo, kayak, windsurf o catamarán.
Seguimos por el sendero hacia el norte y llegamos a La Llobella, una de las calas más rústicas y solitarias del litoral de Benissa y que es muy apreciada por los amantes del buceo. Luego encontramos una pequeña cala llamada Pinets en la que los pinos llegan casi al mar, orientada al sur e ideal para el buceo. En esta cala hay una zona que en la edad media fue cantera de piedras para construcciones en el Centro Histórico de Benissa.
La siguiete es la cala de l’Advocat, con una playita de grava fina y un espigón ideal para la pesca con caña y para que atraquen pequeños veleros. La cala Advocat ofrece muchos servicios como restaurante, parking, acceso para personas de movilidad reducida, lava pies,… Así es que es un sitio ideal para hacer una parada larga antes de regresar o para ir directamente a cenar en verano o a tomar un baño.
Si te has quedado con ganas de más paseo, un poco más arriba está la cala del Baladrar con un chiringuito donde suele haber música en vivo.
Añadimos este artículo también a las rutas de buceo y snorkel porque en cualquiera de estos rincones y calitas se puede bucear y pasar un buen rato viendo los fondos, que por aquí son muy entretenidos porque tienen mucha vida.